Este
opositor mundano ha aprobado seis pruebas físicas, suspendido en una ocasión.
Ha superado tres teóricos, quedando en los suspensos cerca del cinco. Ha
superado todas las pruebas de ortografía salvo aquel examen famoso y ya antiguo,
cuyo corte establecido fue de un 7. Ha suspendido una entrevista y aprobado dos
pruebas psicotécnicas (una de hace muchos años con aquel archiconocido mapa de
una ciudad y el de esta última convocatoria).
Pero
por fin compañeros/as puedo decir que todo se ha acabado… ¡SOY APTO! ¡SOY APTO!
¡SOY APTO! y podría seguir gritándolo a los cuatro vientos casi eternamente,
porque todavía no lo he asimilado. Incluso si me pellizcas, aún sigo soñando y
no he despertado.
Durante
años y sobre todo en estos últimos, para motivarme, pensaba cómo sería el
momento en el que accediendo a la intranet de la Policía Nacional vería el apto
final. Y si os soy sincero para nada me lo esperaba así, rompí a llorar. Me
emocione como creo que nunca lo he hecho. Lloré de alegría profunda y real. Me
acordé de todo lo que he sufrido para conseguirlo y no pude contenerme, de
hecho ahora que lo recuerdo se me empañan los ojos. Es una sensación tan
perfecta y liberadora saber que a veces, los sueños se cumplen. Que el trabajo,
la constancia, el dolor, la resignación y todos los males que aquejan al opositor,
sirven para algo. Que quien se convierte en un guerrero impertérrito luchando
sin cesar contra las desavenencias de este sendero opositoril, puede lograrlo.
Y
aquí estoy, un tanto desubicado porque hasta que no me vea en la academia creo
que mi mente no lo ha asimilado, porque para mí es algo tan grandioso lograr
este objetivo…durante muchos años, sobre todo cuando había no más de trescientas
plazas, simplemente pensaba que era casi imposible conseguirlo. Y en junio del
año 2016 cuando me dijeron que había suspendido la entrevista, fue un golpe
devastador. Unos meses más tarde cuando suspendí las pruebas físicas por un
doble nulo en el circuito… creo que perdí la esperanza y la ilusión. De hecho,
durante muchos meses abandoné la idea de ser policía, pensé que esta oposición
ya me había hecho mucho daño, a nivel mental. Que le había ofrecido demasiado
tiempo de mi vida, y aunque era lo que yo deseaba con todo mi corazón, tenía
que pasar página.
Me
marché a vivir fuera de mi ciudad, obtuve un trabajo y empecé a prepararme para
la Guardia Civil, pero al hacer el examen para el cuerpo hermano y ver que mi
oposición no era la “verde”, decidí en julio, volver a intentarlo. Un último
baile, pero un baile que me encumbraría al éxito. Desde el primer día de esta
oposición, me repetí a mí mismo que este año era el mío, que tenía todo de mi
lado para lograrlo. Y que nadie me lo iba a impedir salvo el destino.
Tal
vez fuera mi actitud enormemente positiva, pero este año las sensaciones fueron
mejor que nunca, por primera vez en todos estos años disfruté la pista de
atletismo y sin ánimo de sonar prepotente, para mis tiempos de otras veces,
simplemente volaba. Cada día rebajaba segundos y mejoraba mi marca. El estudio
del temario lo hice en tiempo récord pero con una fuerza y una concentración
que me encanto. La ortografía también noté que la preparé mejor que nunca. Para
prepararme la entrevista me tuve que gastar el dinero pero sinceramente no me
arrepiento, conseguí que un preparador del que no me olvidaré nunca, me cogiera
de alumno, y sinceramente es posible que una gran parte de mi apto en la entrevista se deba
a su concienzudo trabajo. Y por último, siempre he considerado que los
psicotécnicos no eran lo mío, pero este año me he aburrido de hacer, he hecho
de todos los tipos posibles y por suerte, llegó el apto en los mismos, y en la
oposición. Además he de añadir que extrañamente he disfrutado mucho el día de
la entrevista, el del biodata, el del teórico. Es raro, pero así era, conforme
iba pasando etapas más feliz estaba porque pensaba: “he de disfrutar estos
momentos porque será la última vez que realice este proceso selectivo”.
No
me voy a demorar mucho más en este escrito, pero antes de poner punto y final,
quería mandar un mensaje para aquellos compañeros/as que no han llegado al
final, o que lo han hecho y no han podido conseguir el apto definitivo. Una
derrota en esa oposición es dolorosa, cuando ocurre te duele tanto el orgullo,
la mente, y todo tu ser, que parece que alguien te ha puesto la zancadilla y te
has caído al suelo en el momento más inoportuno. Los nervios, la suerte, o una
preparación que no llega al nivel exigido (que sigo pensando que no es bajo
para todos los que buscamos lo mismo) hace mucha mella. A mí me lo ha hecho, yo
me he sentido tan pequeño, tan poco válido al suspender ciertas pruebas, que
cuando pienso en ello todavía desconozco como he tenido tanta fuerza de voluntad
para llegar al día de hoy. El tiempo se congela cuando opositas, el ocio se
reduce, el dinero escasea, y aunque no se quiere, el opositor lo es 24 horas 7
días a la semana, es complicado desconectar. Tal vez, aquellos que lo han
conseguido a la primera o a la segunda, esta sensación la han tenido en
pequeñas dosis, pero los veteranos/as como yo, os puedo decir que a ratos era
insoportable toda la carga de los fracasos de convocatorias anteriores, el
cansancio mental, y la típica frase de ánimo dicha con toda la buena voluntad
del mundo, pero que ya hasta te cansabas de oír: “no te preocupes, el año que
viene lo vuelves a intentar”.
La
buena noticia, es que se puede conseguir, y yo soy un ejemplo de ello. Para
nada os deseo una odisea que ha durado una década, pero si de verdad queréis
ser policías, creer en vosotros mismos, repetíroslo una y otra vez hasta que consigáis
convenceros, ser pesados hasta la saciedad con esto. Porque el que no crea en
sí mismo tiene mucho perdido, porque quitando la mala suerte, esta oposición es
una auténtica batalla campal contra ti mismo, en la que tu único y más
deleznable enemigo, eres tú mismo y tu parte oscura. Si practicáis como os he
dicho, es seguro que cuando más lo necesitéis una voz dentro de vosotros mismos
os va a gritar con vehemencia: “CREO EN MÍ”, y os aseguro que poniendo
esfuerzo, trabajo, dedicación y diligencia, dentro de no mucho vestiremos el
mismo uniforme. Mucho ánimo compañeros/as y os deseo de todo corazón que dentro
de no mucho todos vosotros estéis haciendo el servicio de jura de la promoción
XXXIV (si es que no estoy mal informado y la promoción XXXV estará en la
academia cuando los de la XXXIV juremos).
Por
último quería dar las gracias a todas esas personas que me han leído durante
todos estos años, si en algún momento os puedo ayudar en algo, tengo una cuenta
en Twitter en la que os podéis comunicar conmigo que es: @opositoralcnp.
Voy
a acabar este escrito con una palabra preciosa para todos los opositores. APTO.
PD:
No sé qué haré con el blog, mi idea es seguir escribiendo en la etapa de Ávila pero
cómo desconozco si podré no quiero decir nada.
PD2:
!!!!!!Nos vamos a ÁVILA!!!!!!! ¡!!!!!!!XXXIV!!!!!!