jueves, 2 de febrero de 2012

Cuarta entrada: Desánimo, visitante temporero

Quién se ha puesto alguna vez a preparar una oposición y por desgracia ha tenido la mala suerte de suspenderla una y otra vez, sabrá que de vez en cuando en tu “animosa” rutina aparece un señor llamado Desánimo. El desánimo es para mí un “bonico del to”, un pedete de señor que lo único que pretende es turbar tu mente creando un estado de agobio, dudas, y cansancio. Lleva barba de cuatro meses, una pata de palo, un parche en el ojo, y gusta de alternar sombreros de tres picos, de ala ancha y de copa.  Ríe de manera nerviosa y su voz es tan chillona que dan ganas de meterlo en una bolsa grande de basura y depositarlo en el vertedero más cercano o tirarlo sin miramientos por algún profundo precipicio.

Pues hoy es uno de esos días en los que el querido caballerete ha decidido hacerme una molesta visita, y ahí está, encima de mi hombro con su perorata interminable.  Tonterías a parte, es imposible concebir una oposición sin días de poco o días de oscurantismo, supongo que es ley de opositor  y hay que aceptarlos con resignación y entender que como vienen se van, a veces duran un día, otras dos, y en ocasiones se extienden varios días. Yo suelo aconsejarme a mí mismo, que cuando estos días se vuelven algo habituales, lo mejor es parar una mañana, una tarde o una noche, o bien un día completo. Suele ser mano de santo y vuelves con fuerzas renovadas al estudio.

La visita de Desánimo se ha producido a raíz de mis malos resultados en los psicotécnicos porque todavía no he logrado sacar en ninguno de ellos una nota superior a tres, que paradójicamente esa calificación me valdría el apto en todas las oposiciones acaecidas hasta el la efeméride del 2011, en que elevaron la nota a la nada desdeñable cifra de 4.2 ¡Maldita crisis! ¡Malditos bancos! ¡Que se pudran los mercados de valores!
Eso es lo que dan ganas de gritar cuando sabes que hace no más de tres años las plazas coqueteaban con un 1 y tres 000, con un 5 y tres 000, e incluso con un 5, otro 5 y dos 00. En fin, que eran tiempos mejores para la los soldados (en esta palabra incluyo chicos y chicas) de los tercios de la oposición al CNP.  

Esta semana esta siendo algo más difícil para mí sacar un número aceptable de horas de estudio ya que el jueves pasado mi tobillo decidió hacerse un esguince de segundo grado y jorobarme un poquito, por lo que mis visitas vespertinas al fisioterapeuta (mi querido hermano gracias a ese señor del cielo) me ocupan casi toda la tarde entre que voy, me trata, y vengo.

Pues nada más por esta semana, para quien me lea que cunda el estudio y que no os visite el señor Desánimo J.

PD: Os dejo un video que me gusta mucho del CNP.