Cada vez soy más consciente de que el perfecto opositor no
es humano y si lo es hace tiempo que perdió su humanidad, creo que el perfecto opositor
debe de ser un fantasma al estilo de ese que se paseaba por la ópera
atormentando a público y reparto. Quizás es errónea mi comparación y se asemeja
más al entrañable jorobado de Notre Dame que vivía encerrado en el campanario.
Quién tenga los bemoles para leerme J igual se pregunta a dónde
quiero ir a parar, pues quiero decir con esta extraña introducción, que para
ser un opositor 10 hay que reducir nuestra naturaleza humana a la mínima
expresión: dormir, comer y reproducirnos… bueno eso tampoco, a pan y agua con
un poquito de aceite a lo sumo.
Tal vez suene a locura lo que digo pero mi experiencia me
dice que un opositor debe convertirse en un fantasma para el resto del mundo,
sin amigos, sin pareja y sin familia (salvo que no haya más remedio). El nivel
que se viene exigiendo hasta la fecha en las pruebas para el acceso al CNP no
permite algo distinto a lo que estoy exponiendo. Estoy convencido de que es
imposible simplemente desaparecer por 5 o 6 meses, pero quien lo consiga es
probable que acabe vistiendo el uniforme y con una bonita y brillante placa o…
si sale mal… igual las camisas de fuerza no son tan poco favorecedoras… J.
Vivir del estudio es mucho más sacrificado que cualquier trabajo (si te lo
tomas en serio) exige un vigoroso esfuerzo continuo y una autoestima de hierro
al menos desde mi humilde opinión.
Una persona que se dedique a medias a la oposición tiene muy
pocas probabilidades de competir con alguien que tenga los codos desollados y
que se haya quedado “cegarruto” de tantas horas memorizando apuntes, por
supuesto siempre hay excepciones y mentes maravillosas, o mentes de concentración
100% eficientes.
Yo soy muy sincero conmigo mismo, carezco de una mente
maravillosa y lamentablemente cuando nací las mentes de concentración 100%
eficientes se habían agotado, por eso la única alternativa que me queda es
hacerme invisible para la gente que me rodea, dedicarme en cuerpo y alma a la
oposición, caerme 7 veces y levantarme 8, y fundamentalmente ser un erudito de
los 25 temas que tenemos que tragarnos sin una mísera guarnición.
Pero ahora bien, una cosa es la sencilla y bonita teoría y
otra cosa es la cruel y fatigosa realidad. A quién no le tientan para ir a
echar un partido de baloncesto, un viaje con tu pareja, una caña con tus amigos
a los que por cierto no ves desde hace semanas, un cine, una fiesta, un helado
antes de ir a dormir… Pues sí, yo lamentablemente soy un pecador y caigo al
menos una vez por semana en estas tentaciones que por otro lado te endulzan muy
mucho la difícil coyuntura actual.
Aún así a menudo intento con un enorme sacrificio
desaparecer del mundo para esconderme en mi habitación mirando mi “muro del ánimo”,
suspirando por lo que hay fuera de esas cuatro paredes y sobretodo sumergiéndome
en los cientos de folios, los psicotécnicos rebeldes y los test por temas que
algunas veces dan ganas de quemar porque has fallado en la pregunta más absurda.
Para los que hayan conseguido convertirse en fantasma o en
jorobado (va sin maldad ambas cosas J), les quiero dar mi más
sincera enhorabuena porque es un éxito y algo muy meritorio, a los que sigan
siendo pecadores como yo, no os preocupéis, todos los días tenemos una nueva
oportunidad de borrarnos del mundo con el mejor motivo posible, prepararnos
para ser miembros del Cuerpo Nacional de Policía. Un saludo a todos y gracias a
los que dedicáis unos minutos a leerme.
Burros
Onomatopeyicos
Enamoradicos.