miércoles, 30 de diciembre de 2015

Felices fiestas y feliz año 2016

Creo que desde que llevo escribiendo en el blog nunca antes había escrito un 30 de diciembre, pero hoy, después de un día aceptable de estudio tengo un pequeño hueco y he decidido pasarme por aquí. Quería, queridos compañeros y compañeras, desearos unas felices fiestas y sobre todo un 2016 de realización personal. Espero que sea este año cuando 1299 de nosotros logremos pertenecer a la institución más bonita de España. Este es el mejor momento para todos aquellos que llevamos hundidos en el fango opositoril tantos años por estas exiguas micropromociones, y también es una maravillosa oportunidad para aquellos bisoños opositores que desprenden una ilusión desbordante por aprobar esta condenada y querida oposición. Porque como siempre digo, la ilusión es el motor más importante del ser humano. La XXXII es nuestra y se puede, al fin, se puede.

Creo que el examen será complicado pero asequible, lo del año pasado no tiene nombre y eso que he visto ya, por desgracia, siete exámenes de la DFP. Obviamente es normal que exigan un nivel tan alto con tan poquitas plazas, pero para un número de plazas cinco veces superior se puede hablar de otra oposición muy distinta.

Mi idea para este último mes es intentar mirarme el temario cuatro veces más, ya he metido una vuelta muy lenta, actualizando y repasando tranquilamente todos los temas. Hay muchísimas cosas que con solo un pequeño vistazo ya me las sé de sobra, así que tengo bastante ganado, de algo me tenían que servir todos estos años :).

Un saludo y a por el sprint más importante de toda la oposición, o al menos, el que nos da el billete directo a pelear por la plaza.

!Feliz 2016!    


domingo, 6 de diciembre de 2015

Físicas aprobadas y sigo vivo.

Tanto tiempo en silencio nunca puede ser bueno para un blog, pero este año estoy en modo avión debido a que después de un mes de agosto fantástico en lo relativo al estudio, pase a un septiembre anodino, sobrevolé un oscuro mes de octubre y me reencontré con mi mejor versión en noviembre, y así hasta el día de hoy. 

Finalmente a principios de noviembre tuve que solicitar ayuda especializada, no es plato de buen gusto reconocer que la necesitas pero visto lo visto era más que necesario y lo cierto es que no me arrepiento aunque todo es muy raro. 

Pero recapitulando, quiero contaros que aprobé las pruebas físicas de manera agónica y por los pelos. Nunca antes había tenido tanta dificultad para aprobar esta prueba, es más con relación al año pasado perdí cuatro puntacos que casi me echan del proceso selectivo. Si me remonto a días antes del examen la verdad es que es lógico y normal que todo saliese tan mal. Creo que me examinaba un jueves de finales de octubre, y desde el fin de semana estuve excesivamente nervioso, no dormía bien, me molestaba la barriga, pensaba que iba a suspender, y para colmo, no conseguí hacer los dos mil metros en toda la preparación ya que salía de una lesión en la tibia que me tuvo apartado casi cuatro meses de cualquier actividad de impacto.

Por tanto, me planté el jueves por la mañana con una cara de corderito degollado que tenía que ser todo un espectáculo, además acostumbrado a unas pruebas físicas en las que había gente pero no tanta como en estas, aquello parecía la guerra y apenas había espacio para estirar. También se dio otra circunstancia, me llamaron de los primeros cuando otras veces me llamaban de los últimos, así que me entraron los siete males y accedí a la zona del matadero con peor cara de la que ya llevaba, je, je. Sobre todo me hace gracia porque he realizado las pruebas físicas (contando las de este año) en cinco ocasiones y nunca, repito, nunca, había estado tan nervioso y con tan poquito ánimo como en esta ocasión.  

En fin, que hice las cuatro pruebas con pena y sin nada de gloria, perdí segundos en el circuito, perdí dominadas, perdí en salto y perdí considerablemente puntos en carrera. Respecto a las dominadas, es mi opinión por supuesto, pero considero dada mi dilatada experiencia en el proceso, que es una vergüenza el comportamiento de algunos examinadores de esta prueba, he pasado de doce dominadas hace tres años, a nueve este año, ojo, y haciéndolas tal y como quieren, marcando abajo, pasando el cuello por encima de la barra sin tocarla, sin usar rebote, sin balanceo. En definitiva, que me quitaron tres dominadas injustamente entrenándolas mucho más que en otras ocasiones y sabiendo que conseguía hacer catorce, pero bueno, no quiero hablar más del tema.  

Después de pasarlo tan mal, me dije a mí mismo que no volvería a Ávila para hacer otras pruebas físicas, que aquellas eran las últimas porque VOY APROBAR.

Iba a seguir escribiendo pero considero que ya me he extendido en exceso, simplemente esta entrada era para contar que sigo por aquí, que sigo dedicando casi toda mi energía en dejar de ser opositor mundano para pasar a ser policía mundano, y que sigo vivo y coleando. He vuelto a ser yo, y creerme cuando os digo que he pasado dos años muy malos. Un saludo compañeros/as y que sigáis soñando con esa bonita placa que algún día llevaremos en el pecho. 


domingo, 16 de agosto de 2015

Comienza el octavo y definitivo baile

Y aquí me hallo, en la octava semana de mi octava oposición. 

Después del último no apto en mi haber allá por el mes de junio, decidí reflexionar de manera profunda intentando ser lo más crítico posible conmigo mismo para dilucidar qué es lo que está saliendo mal y qué estoy haciendo bien. 

Desde hace unos años he desarrollado una manía un tanto particular que consiste en apuntar todas las horas que voy estudiando diariamente, semanalmente y mensualmente. Cuánto tiempo necesito para estudiarme un tema, los repasos que doy, etc. Gracias a esta locura mía he podido comparar mis últimos cuatro intentos opositoriles extrayendo conclusiones bastante interesantes.

En primer lugar, he comprobado que mis dos últimos intentos han sido un absoluto fracaso en preparación ¿Y cuál ha sido el motivo? El motivo es bastante simple, desde que en la oposición de 153 plazas (allá por 2013), logré aprobar el teórico y la prueba de ortografía me hundió con aquella nota de corte maravillosa de un siete, no he sido yo mismo. De hecho he sido un fantasma en vida, estudiaba porque no tenía más remedio, con una ilusión mermada y un ánimo funambulista. Para lograr aprenderme algo que requiere una hora de estudio tardaba dos, y completar una jornada opositoril decente no era la tónica habitual sino más bien una grata sorpresa bastante temporera por cierto. 

En segundo y último lugar, y relacionado con lo que he comentado, no solo he estado tocado y hundido a nivel de oposición, también lo he estado a nivel personal. Me volví más apocado que nunca, con una confianza en mí destrozada por las circunstancias. Si normalmente soy un chico alegre que le gusta mucho reír y bromear, lo he sido pero en muchas menos ocasiones. Además en este tiempo todos mis amigos y pareja han logrado trabajo y han evolucionado mientras que yo desgraciadamente he involucionado. 

No voy a decir que no me daba cuenta pero siempre tenía la esperanza de que un nuevo día borraría lo acontecido en el anterior y lamentablemente no era así. También soy consciente de que la oposición posterior a ese batacazo del que he hablado, fue bastante peor que esta última, al menos en lo que ánimo se refiere. Tampoco voy a negar que lo que cuento es una excusa, y en este mundillo, las excusas solo sirven para acercarte más al no apto, pero esa excusa realmente ha sido la causa de que me halle en mi octava intentona.

Volviendo al día de hoy, puedo asegurar que las cosas han cambiado bastante. Por el momento, en estas ocho semanas he conseguido ser más constante que nunca (desde que tengo registro de ello je, je, je), noto que asimilo mejor las cosas nuevas y que las viejas vuelven a mi cabecita con presteza. He intentado meter más horas de psicotécnicos, de ortografía, de repasos, además de realizar test semanales. En lo concerniente a mí estabilidad mental creo que las luces han vuelto, obviamente el pasado o los malos pensamientos no se borran de un plumazo, pero cada día que me levanto intento pensar cosas positivas y si algo me sale mal, lo intento ver desde un punto de vista filosófico y si es posible, darle una vuelta de humor al asunto.  No me avergüenza decir que en septiembre intentaré buscar ayuda psicológica para reforzar mi necesario cambio de actitud. Aunque parezca una memez creo que ser feliz es algo que hay que aprender y practicar diariamente, si se trabaja esa mega cualidad la vida puede ser mucho más bonita de lo que nos gritan desde las tinieblas, que en el fondo, creo que todos llevamos dentro.

Y nada más, esta es la vuelta del opositor mundano, pero puedo prometer que este año todo va a ser distinto, que salvo un apocalipsis zombie, catástrofe nuclear, o algo del estilo, mi culo y yo nos vamos a sentar en una de las sillas de una de las salas de entrevista del Centro de Promoción de la DFP en Carabanchel. Y que allí les convenceré para que me den mi plaza, porque creo que me la merezco por todos estos años de sacrificio y sobre todo por la mejor preparación opositoril que estoy realizando (sabiendo que solo puede ir a mejor) en este octavo y último intento.

Me despido ya, agradeciendo la lectura a aquellos/as que dediquen unos minutos de su tiempo a leermeJ. Un afectuoso saludo.

Pd: Mi intención es escribir todos los domingos una entrada nueva para ir contando cómo va el asunto.   











viernes, 12 de junio de 2015

Déjá vu

Volvió a pasar aquello que ya me ha pasado en siete ocasiones. He vuelto a ser declarado no apto en la segunda prueba de acceso al CNP. Ahora mismo el mundo es oscuro para mí, en mi cabeza se arremolinan todos los pensamientos negativos que puedan existir en el planeta Tierra. La visión que tengo de mí es demasiado horrible para poder hacerle caso, si lo hiciera, ahora mismo cogía un cuchillo y me rajaba las venas, total, según esa percepción mental, soy una mierda, y las mierdas no importan a nadie por lo que hay que quitarlas de en medio.
Obviamente esa no es la realidad, obviamente no soy peor que ayer pero si estoy tocado y hundido a nivel psicológico. Y obviamente, no me voy a quitar del medio.

De verás que salí del examen pensando que estaba aprobado, o al menos, que tendría más nota que el año pasado, no he acertado en ninguna de mis previsiones y el resultado no ha sido satisfactorio. Quitando el hecho de que el nivel de la prueba era bastante elevado, a nivel personal es un auténtico fracaso no llegar a la entrevista ni ahora ni en todos los intentos que llevo. La entrevista, apruebes o suspendas el proceso selectivo, es un premio a un año de esfuerzo, aunque sea un premio de consolación si no obtienes la plaza.

Y ahora me planteo ¿cómo abandonar la oposición si a la vista tienes un caramelito tan apetecible como lo son mil doscientas noventa y nueve plazas? Es una auténtica memez tirar la toalla ahora mismo. A pesar de esto yo me pregunto cómo reconstruyo una autoestima tan liviana cuan castillo de naipes, cómo llevo un peso excesivo compuesto de fracasos, cómo empiezo de nuevo algo demasiado viejo para mí, cómo busco la ilusión en la desesperanza aprendida.  

Por el momento necesito mi solaz, olvidarme de la oposición un par de semanas y reflexionar sobre lo que he hecho mal y lo que he hecho bien. Considero que no he realizado una mala oposición pero a la vista de los resultados, parece que el esfuerzo que he llevado a cabo ha sido insuficiente.

Supongo que no hay mal que dure cien años, ni año en el que no salga el sol, por lo que habrá que confiar en que mi última cruzada en esta oposición sea la definitiva.

Por último, quiero hacer una pequeña reflexión sobre la incompetencia de la DFP. En un proceso selectivo en el que nos exigen mucho más nivel que el nivel de estudios que debemos acreditar para optar a la oposición, me parece aberrante que tengan que ser anuladas doce preguntas de ortografía (de las treinta que posiblemente tenían que haberse anulado). Considero ridículo un corte de un punto, habida cuenta de que hace un par de años me dejaron fuera del proceso elevando el mismo a un siete cuando yo tenía aprobado tanto el teórico como la prueba de ortografía. Entiendo además que es una falta de respeto a los opositores que no haya una fecha oficial en la que podamos comprobar nuestra nota, y qué decir sobre la primera vez en la historia de la oposición en la que hemos podido comprobar las preguntas de sendos cuestionarios. Podría seguir con esta perorata pero ya he dicho bastante. En fin, creo que cada año se van superando, solo es mi opinión personal y espero que no ofenda a nadie.


Y aquí se despide un opositor mundano, al menos por el momento, mandando mucho ánimo a los caídos y dando mi más sincera enhorabuena a ese reducido y privilegiado grupo de aptos. Hasta la próxima.


martes, 5 de mayo de 2015

Cuartas pruebas físicas aprobadas

Y por aquí sigo. Entre apuntes y normas de ortografía como no podía ser de otra manera a escasos días o semanas para la segunda prueba.

Como dice el título de esta nueva entrada, logré el cuarto apto en mis cuartas pruebas físicas. A destacar, que una de las examinadoras, en concreto la que estaba en la parte de las dominadas, no me contó un par porque según su criterio estaban mal hechas. Lejos de sonar machista (y teniendo en cuenta que mi opinión sobre las mujeres es que son igual de capaces que un hombre, o incluso más capaces en algunas cosas), me parece que su criterio fue bastante erróneo. Partiendo de la base de que su actuación no me impidió aprobar las pruebas no voy a comentar nada más.

Salto y circuito bien. Dos mil metros, en fin, mejoré dos segundos con respecto al año pasado y subí un punto en esa prueba, así que insatisfecho por ser un culo gordo pero contento de superar el trámite.
 
Mi ausencia del blog me ha venido bastante bien, porque no quería seguir escribiendo como si tuviera encima una nube negra colmadita de relámpagos, he ido llevando la oposición como buenamente he podido, puesto mi mono remendado de opositor mundano, y sacando adelante las horas con mucho sacrificio. Ahora viene la fase que voy a calificar como "win or go home", haciendo un guiño a los playoffs de la NBA que estoy siguiendo muy de cerca. Como viene siendo habitual para mí, mi objetivo este año es llegar a la entrevista, el resto me importa bastante poco. No llegar al final de la oposición sería vergonzoso a estas alturas de aventura opositoril, veremos qué ocurre...

Llamadme iluso, crédulo o ciego, pero todavía sigo confiando en que este puede ser mi año. Da igual que me haya caído seis veces, o que la mayoría de la gente piense que estoy perdiendo el tiempo intentando conseguir este anhelo una y otra vez sin obtener siquiera el premio de consolación, que es a mi humilde juicio, llegar a la entrevista. Tal vez vuelva a fracasar, y es más, quizás en esa esperada oposición de algo más de un millar de plazas me vuelva a dar un golpe de proporciones épicas, pero al menos cumpliré la treintena sabiendo que pelee por un sueño y que no me rendí a las primeras de cambio.

En efecto, de este viaje me quedan dos etapas, la primera  la estoy concluyendo, con suerte no habrá una segunda. Si la hay, la promoción XXXII será la última en la que intente triunfar como opositor mundano. En esa tesitura, estaría hablando de ocho intentos y creo que sería más que suficiente, mucho aguante para una cabecita como la mía que ya está más loca que cuerda je, je.      

Un abrazaco a todos los opositores y opositoras que os habéis tomado unos minutos para leerme y mucho ánimo para la siguiente prueba.

Los que habéis caído en las físicas, no os preocupéis, un error lo tiene cualquiera y la próxima se dará genial si no dejáis de entrenar